Atleta lucha cáncer en camino a convertirse en enfermera

El viaje de Mikailla Northern para convertirse en una enfermera comenzó en la escuela secundaria, después de que se rasgó un tendón de Aquiles por la segunda vez.

“Tuve la cirugía para repararlo”, dijo Northern, gimnasta desde que tenía dos años. “Fue mi primera cirugía, por lo cual no tenía ni idea de qué esperar, pero las enfermeras eran tan amables. Yo quería ser como ellos y me sentí, con mi carácter, que podría”.

La experiencia fue convincente. Sólo unos pocos meses más tarde, Northern se comprometió a la UIC, una universidad casi 300 millas de su ciudad natal de St. Louis, Missouri.

En los años posteriores, ella manejo las académicas y la responsabilidad de convertirse en un atleta y estudiante: 20 horas de entrenamiento a la semana, junto con exámenes, tareas, clases y practica clínica, y luego la vida se puso más difícil.

En agosto de 2018, Northern fue diagnosticado con cáncer de tiroides.

“Es loco e inesperado”, dijo Northern, cuyo diagnóstico vino después de un chequeo de rutina. Tuvo cirugía en menos de dos semanas más tarde, cuando los doctores le retiraron su tiroideo y 18 ganglios linfáticos.

“Tuve que tomar seis semanas libres de gimnasia”, Northern dijo, compartiendo que el movimiento incontrolado  del cuello  la cabeza estaba fuera de la cuestión y más tratamientos radiactivos siguieron.

Como un estudiante sobresaliente, un competidor logrado para su equipo y una gimnasta cerca de la cumbre de su carrera, “fue difícil”, dijo Northern, y lo sigue siendo.

“Mi metabolismo y niveles de energía eran diferentes, era más difícil mantenerme yendo a práctica y duro porque había estado entrenando todo el verano”, ella dijo. “Descansar era básicamente empezar de nuevo, y para la escuela, tuve que lanzarme de nuevo y averiguar mis clínicas”.

Pero su oasis de positividad era imposible poner fuera de balance.

“Sólo tuve que tomar las medidas para volver a la escuela y gimnasia”, dijo. “Me mantuve positivo y confié en mi médico y el proceso”.

Su familia, amigos, compañeros de equipo, atletas de la UIC e incluso algunos profesores estaban también allí para soporte, manteniéndose en contacto, escribiendo  cartas, haciendo alojamientos e incluso elevando la sensibilización para aquellos que luchan batallas similares.

Aunque Northern no puede decir que ya está libre de cáncer, sus tratamientos han sido exitosos.

Northern también se está graduando en mayo del Colegio de Enfermería con un promedio alto, un número de elogios de su tiempo como un estudiante y atleta y planea convertirse en enfermera pediátrica, una especialidad en cual encontró pasión durante sus rotaciones clínicas.

“Todas las experiencias que he tenido aquí en la UIC, ya me han ayudado a tener éxito y formado mi carácter. Se formó a lo que voy a ser, ayudándome a ser una mejor enfermera y mejor persona”, dijo.