Nueva clínica y programa de capacitación trabajan para mejorar la atención médica para personas con discapacidades
Para muchas personas con discapacidad, puede resultar difícil obtener la atención médica que necesitan. Además de las posibles barreras de movilidad y comunicación, muchos médicos no se sienten adecuadamente capacitados para atender a pacientes con discapacidades. Esto puede hacer que los pacientes con discapacidades sientan que no tienen ningún sitio en el consultorio de un médico.
La Dra. Erin Hickey, profesora asistente de la Facultad de Medicina de la UIC, intenta abordar este problema de dos maneras. Recientemente ayudó a abrir la Clínica Lifespan Disability de UI Health en el suroeste de Chicago. Allí, los pacientes con discapacidades pueden acceder a una amplia gama de profesionales bajo un mismo techo, desde médicos hasta terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas.. Y con la ayuda de una subvención de 2 millones de dólares por cinco años, Hickey traerá estudiantes de medicina a la clínica para recibir capacitación a partir de agosto.
Este proyecto tiene dos objetivos: proporcionar una clínica donde personas con discapacidades puedan recibir atención integral en un espacio acogedor; y enseñar a la próxima generación de médicos para que ellos también creen espacios acogedores en el futuro. La doctora Hickey espera que todos estos esfuerzos conduzcan a mejores resultados de atención médica para todos los pacientes.
“Incluso entre los médicos de atención primaria, no hay muchos que sientan que tienen la capacitación para atender a personas con discapacidades”, dijo Hickey. “Así que esta población experimenta mayores disparidades en salud”. Por ejemplo, dijo, es mucho menos probable que las mujeres con discapacidades estén al día con sus pruebas de Papanicolaou y sus mamografías.
Centrándose en el cuidado de los adultos
La doctora Hickey atiende a muchos de sus pacientes actuales en otras ubicaciones de UIC Health, pero la nueva Clínica Lifespan Disability en la 55th Street y Pulaski Road es una ventanilla única para pacientes con discapacidades de todas las edades. Incluso los pacientes podrán acceder a servicios de salud de otras especialidades, como cardiología o neurología, en el mismo lugar.
La clínica está abierta a todas las edades, pero se enfoca en adultos con discapacidades porque a menudo esta población tiene más dificultades en encontrar proveedores de salud, dijo Hickey. Muchos hospitales grandes tienen programas de atención coordinados para niños, quienes a menudo también tienen acceso a atención, como logopedia, a través de la escuela.
“Pero una vez que son adultos, la mayor parte de esa estructura de apoyo desaparece”, dijo Hickey. “Existe una necesidad de atención y le toca al paciente y a su familia coordinar todo”.
La doctora Hickey vió como sucedió esto con su hermano, James, quien tiene el síndrome de Down y autismo. “Vi cómo todo terminó cuando James llegó a la edad adulta”, dijo.
La clínica es físicamente acogedora en varios sentidos. Por ejemplo, hay estacionamiento en el lugar y una báscula para pesar a los pacientes con capacidad para una silla de ruedas. El tamaño pequeño de la clínica “es más tranquilo y cómodo” para los pacientes a quienes no les gusta mucho el ruido, dijo Hickey.
Además de la combinación de profesionales de la salud, incluyendo un genetista quien habla español, la clínica también cuenta con un trabajador social y un trabajador de salud comunitario en su personal que puede ayudar a los pacientes y sus familias si necesitan ayuda para acceder a recursos, como exenciones basadas en el hogar y la comunidad, o ayuda para coordinar la atención en múltiples especialidades.
Un miércoles reciente por la mañana, Isaiah Menchaca, de 19 años, llegó junto con su madre, Josephine Alvarez, para una cita con la doctora Hickey. Menchaca tiene convulsiones frecuentes y dificultad para hablar. El ha estado viendo a Hickey durante varios años, pero la nueva ubicación es más conveniente, dijo su madre.
Además, el nuevo lugar tiene algunas ventajas muy agradables: su ambiente tranquilo y el ascensor extra ancho en el que cabe fácilmente la silla de ruedas de Menchaca, dijo Álvarez.
“Entré y dije: ‘¡Está bien, esto es bueno!’”, dijo.
Álvarez dijo que cree que muchos padres de niños con discapacidades estarán entusiasmados de conocer la nueva clínica y que se lo va a mencionar a todos. De lo contrario, “¿Cómo se supone que obtendrás la atención que necesitan?” dijo sobre las dificultades de navegar el sistema de atención médica.
Entrenando la próxima generación de médicos
La otra parte de la ecuación es entrenar a los médicos para que atiendan a personas con discapacidades, dijo Hickey. La subvención de la Administración de Servicios y Recursos de Salud del gobierno de Estados Unidos le permitirá empezar a hacerlo.
A partir de agosto, los estudiantes de medicina de cuarto año de la UIC tendrán la oportunidad de realizar una rotación de dos semanas en la Clínica Lifespan Disability. El último día de la rotación, a los estudiantes se les presentará un caso simulado. Los “pacientes” serán actores con discapacidades de un programa profesional que presentarán un escenario a los estudiantes de medicina.
La doctora Hickey dice que todos los médicos deben sentirse cómodos atendiendo a pacientes con discapacidades.“el 25% de la población se identifica con una discapacidad, así que no importa qué tipo de médico vayas a ser, vas a atender a personas con discapacidad, incluso si no es tu enfoque específico” ella dijo. “Es necesario que estemos entrenados en cómo cuidar y atender a las personas con discapacidades”.
Ese entrenamiento es más interpersonal que médico, dijo. Es aprender cómo satisfacer las necesidades de comunicación del paciente, por ejemplo, o cómo hacer que un espacio sea físicamente accesible.
“Se está generando confianza en cómo se proporciona un ambiente acogedor para que los pacientes se sientan cómodos yendo al médico”, dijo.
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