La deshidratación es bastante común entre los trabajadores agrícolas de Florida, muestra un nuevo estudio

Casi todos los trabajadores agrícolas que recientemente participaron en un estudio en Florida estaban deshidratados al final de sus turnos, y casi la mitad todavía estaban deshidratados la mañana siguiente.

El estudio fue una colaboración entre la Universidad de Illinois Chicago y la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida, y utilizó muestras de orina recolectadas al principio de la mañana, durante el almuerzo y al final de un turno de trabajo para evaluar el riesgo de deshidratación durante cinco días en mayo de 2021 y mayo de 2022 en una granja de hortalizas en el sur de Florida. En el estudio, que fue publicado en la revista Environmental Research, participaron un total de 111 trabajadores, la mayoría quienes fueron hombres de México y Guatemala.

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Según una medida, casi todas las muestras tomadas al final de un turno, 97% mostraron una probable deshidratación. De las muestras tomadas a la mañana siguiente, el 62% mostró probable deshidratación.

Eso significa que para muchos “no hubo recuperación”, dijo el autor principal Chibuzor Abasilim, investigador postdoctoral en la División de Ciencias de Salud Ambiental y Ocupacional de Salud Pública de la UIC. De hecho, a medida que avanzaba la semana laboral, las muestras de la mañana mostraban niveles de deshidratación cada vez más altas.

“Cada día estaba peor. Es una deshidratación generalizada y progresiva”, dijo el coautor Lee Friedman, profesor de investigación en la Escuela de Salud Pública. La deshidratación aguda puede provocar fatiga, calambres musculares y mareos. La deshidratación crónica puede provocar disfunción renal.

Los investigadores realizaron otros análisis de las muestras utilizando medidas de deshidratación más conservadoras que son aprobadas por la NCAA (Asociación Nacional de Atletas Colegiados) y el ejército de EE. UU. Utilizando estas medidas, los investigadores todavía encontraron altos niveles de deshidratación en muestras al final del turno: un 83% mostraron deshidratación usando la medida de la NCAA y un 55% usando la medida militar de EE. UU.

Los trabajadores agrícolas son particularmente vulnerables a la deshidratación. Generalmente se les paga en función de la cantidad de cultivos que recogen, por lo que existe un incentivo para trabajar más tiempo y más rápido, dijeron los investigadores. Esto significa que tomar un descanso para beber agua u orinar puede costarles dinero. También son tratados como si fueran prescindibles y saben que pueden ser reemplazados si se quejan o no trabajan suficientemente rápido, dijeron los investigadores.

Además, están alojados en las granjas donde trabajan, lo que puede dificultar el acceso a atención médica constante o incluso “ir al supermercado a comprar más Gatorade”, explicó la coautora Dana Madigan, profesora asistente de investigación en la Escuela de Salud Pública afiliada al Centro para la Salud y el Bienestar de los Trabajadores Agrícolas de los Grandes Lagos de la UIC. Este estudio es una colaboración entre el centro y un grupo similar de la Universidad de Florida.

Los resultados muestran que se necesita una variedad de soluciones para abordar la situación precaria de estos trabajadores, dijeron los investigadores. Sería útil contar con regulaciones federales más estrictas, como una norma de calefacción la cual es una propuesta que actualmente está considerando la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional, al igual que intervenciones más pequeñas, como instalaciones de baño más cercanas o ventiladores móviles y unidades de sombra en los campos. Pero los investigadores advierten que es probable que las nuevas reglas no se cumplan a menos que se realicen cambios más importantes, en la forma en que se compensa tanto a las granjas como a los trabajadores agrícolas.

El equipo de investigación está interesado en realizar estudios futuros para examinar cuanto se recuperan los trabajadores de la deshidratación a lo largo del tiempo, ya sea durante su día libre cada semana, entre tareas de recolección mientras se desplazan entre granjas para seguir la cosecha o entre temporadas en las que generalmente regresan a sus países de origen.

Los otros autores del estudio son Linda Forst de la UIC; Miranda Carver Martín, José Pérez, María Morera y Paul Monaghan de la Universidad de Florida; Antonio Tovar y Nezahuacoyotl Xiuhtecutli de la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida; y Fritz Roka de la Universidad de la Costa del Golfo de Florida.